Es la relación entre el total de ganado bovino existente en una área o zona geográfica, expresado como porcentaje del total de área existente en las Unidades de Producción Agropecuaria. La densidad de ganado es importante sobre todo porque aporta información sobre la excreción de estiércol (y la posterior emisión de nutrientes a la atmósfera y el medio acuático), las emisiones de gases de efecto invernadero producto de la digestión y la presión sobre la superficie agrícola disponible. El tipo de ganado determina el efecto en el medio ambiente según el forraje animal, las necesidades de agua y las prácticas agrícolas (p. ej. el pastoreo), con distintas consecuencias en el consumo de agua, las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de suelos, etc.).